Enterrando a Dodot
A las 19h
Enterrando a Dodot no es una versión moderna de Esperando a Godot. Sin embargo, sí nos ha inspirado la sensación de estancamiento de sus personajes, así como sus diálogos repetitivos y, a primera vista, insustanciales, pero cargados de reflexiones subyacentes, soterradas.
Enterrando a Dodot no es solo un guiño fonético. «Esperando» es un verbo de inacción en gerundio, que es precisamente la forma verbal de la acción. Ese guiño gramático de Beckett haciendo referencia a la pasividad de los individuos maquillada con la hiperactividad de nuestra civilización, ya no nos hace tanta gracia en el siglo XXI, porque ahora ya sabemos que la espera solo nos llevará a ser testigos de nuestra propia extinción. Por eso hemos escogido reciclar ese título. Por un lado, trasladando el gerundio a un verbo de acción cuya raíz etimológica es la Tierra y que está directamente relacionado con la muerte. Y, por otro lado, substituyendo al eterno desconocido Godot, esa metáfora del Dios ausente, por el residuo más absurdo de todos: mierda envuelta en plástico.
Pablo Macho
Sinopsis
¿Esperan a alguien Pipí y Popó? ¿Con quién sueña Papá? ¿Qué pinta Dodot, en todo esto? En un aparente intento de distopía postapocalíptica pseudobeckettiana, Enterrando a Dodot se sumerge en la mierda del alma humana contemporánea, nadando entre idealismos y conformismos, entre preguntas absurdas y respuestas insuficientes, entre sentimentalismos y escatologías… Todo esto de la mano de tres mujeres con nombre de payaso y posiblemente últimas supervivientes de la especie humana sobre la faz de la tierra.
Autoría i dirección: Pablo Macho Otero
Reparto: Emma Arquillué, Daniela Brown y Laura Roig
Espacio sonoro: Sara Vidal