La revolució dels colors

En un país muy grande mandaba una generala. Bien, más bien una generalita… Era tan pequeña que para sobresalir un poco obligaba a todo el mundo a andar de rodillas. Y eso no era todo: la generalita gobernaba el país con su malhumor y obligaba a todo el mundo a vestirse de gris. De hecho, lo tiñó todo de gris: ropa gris, paredes grises, caras grises, casas grises, pensamientos grises y fiestas grises. Hasta que un día, en medio de tanto gris, los habitantes levantaron la cabeza y descubrieron los colores…