Memoria, nostalgia y teatro

Los participantes en este seminario son autores recomendados por instituciones colaboradoras.

«La memoria cree antes de que el conocimiento recuerde.»

William Faulkner, Luz de agosto

¿Dónde estamos ahora en el tiempo? Estamos en el presente. Los pequeños segundos. Aquellos pequeños segundos que contienen algo de pensamiento y después desaparecen. ¿Dónde van? Todos estos pensamientos que se convierten en pasado en cuanto nacen. ¿Dónde están ahora? Perdidos, en algún lugar de los pliegues de un cerebro. En los espacios entre la materia. En el aire. ¿Dónde están? ¿Todos estos recuerdos? Todos esos recuerdos de momentos ahora perdidos. Momentos perdidos que quieres recuperar tanto que duele. O momentos perdidos que quisieras que nunca hubieran pasado. Lo deseas tanto que duele. ¿Dónde están? En algún sitio del tiempo. En algún lugar donde ya no puedes oírlos, literalmente, pero siguen presentes. ¿No? Ecos. Ecos de momentos que hacen de ti, y de nosotros, quiénes somos. Que hacen el mundo tal y como es. Como vivimos. Dan forma al futuro. Aquellos momentos. Dan forma a todo. Pero ¿dónde están? ¿Dónde han ido, entonces? ¿Y por qué la gente pasa tanto tiempo deseando, desesperadamente, que esos momentos, esos momentos pasados, sean ahora mismo? Ocurre tan a menudo. En la política, en las sociedades, en las geografías. Pero también en nuestro interior. En nuestros anhelos de un tiempo que ya ha pasado. Nuestro deseo de olvidar un dolor que no va a desaparecer. Nuestra necesidad de amor.

La nostalgia es algo raro. Sobre todo ahora. Parece que está en todas partes. Gente nostálgica de una época que nunca han conocido. Nostálgicos de una época que sí conocieron y a la que ahora quisieran volver. ¿Todo el mundo se esconde en el pasado porque el futuro parece tan desalentador? ¿Tan violento? ¿Tan destructivo? Quizás sí. O tal vez sea más pequeño que eso. Quizás pensar en el mundo es demasiado grande. O sea, que la gente se refugia en la nostalgia de cuando se sentía segura. ¿El dormitorio de la infancia? ¿Aquellas vacaciones de verano radiantes hasta el infinito con los amigos? ¿Dónde todo parecía posible y, felizmente, la realidad parecía tan lejos? Un romance de adolescentes donde nada hacía que te sintieras vivo. El amor perdido. ¿Nos refugiamos en la memoria cuando lo que tenemos delante nos parece demasiado abrumador?

La nostalgia viene del griego clásico. Nostos – volver, casa. Algos – dolor. Un dolor por la casa. Para volver a casa. Una enfermedad que sólo puede curarse volviendo a casa. La nostalgia es una enfermedad y volver es su curación. Pero, ¿qué pasa si no hay nada a dónde volver? Cuando esta casa ha desaparecido. Ha sido destruida o se ha perdido en el tiempo. Cuando la casa era amor. Cuando ese amor ha desaparecido y no volverá. El anhelo de un tiempo que quizás no volverás a ver nunca más.

Esto es sobre lo que pensaremos todos juntos. La memoria y la nostalgia. Y el teatro. ¿Cómo entender la memoria? ¿Cómo expresar la nostalgia? ¿Cómo podemos intentar encontrar sentido en el mundo hoy en día, cuando pasamos tanto tiempo mirando hacia el pasado?

Simon Longman

«Adiós, adiós!
Ha habido tanto amor que no he podido quererlo todo;
No he podido amarlo lo suficiente.»

Louise Bogan

Los dramaturgos participantes en esta edición son Thomas Dufour (Quebec), Asli Ekici (Turquía), Tommaso Fermariello (Italia), Aura Foguet (Cataluña/Islas Baleares), Veikka Heinonen (Finlandia), Irene Hérraez (España), Julian Karenga (Noruega), Pierre Koestel (Francia), Yilong Liu (EEUU), Diego Lois Petit (Uruguay), Tomáš Ráliš (República Checa) y Katherine Soper (Reino Unido). Todos ellos han sido recomendados por teatros y centros internacionales y escribirán una obra breve a partir del tema propuesto. Estos textos (traducidos al catalán cuando sea necesario) se presentarán a lo largo de l’Obrador d’estiu en forma de lectura dramatizada. Las lecturas estarán abiertas al público.

Dentro del GREC 2024 Festival de Barcelona.