Riure del poder

Este curso será de carácter presencial. En caso de que finalmente no sea posible hacerlo en la Sala Beckett, se cancelará.

«Esto nos hará mejores personas», se repetía como un mantra, como el lema de una taza de Mr. Wonderful, mientras veíamos como todos los planes personales y colectivos se esfumaban, como la incertidumbre crecía aún más a nuestro alrededor y como la fragilidad de la vida se hacía más dolorosamente evidente.

Finalmente hemos salido de casa, con medio pie fuera y medio dentro, conscientes de que en cualquier momento podemos volver al invernadero, tres meses más tarde y dos décadas más viejos. No ha habido ningún cambio radical. Quien tenía la sartén por el mango ahora, además, tiene un robot de cocina en la otra mano. Quien se aprovechaba de un sistema abusivo en que la precarización nos ahoga, ahora disfruta de los altavoces para explicar cómo debe ser «la nueva realidad», disfrazado como un adolescente al estilo del Señor Burns. Los poderosos son más poderosos. En el mundo exterior, la humillación sigue siendo el tributo diario.

La buena noticia, sin embargo, es que las mascarillas no son muy compatibles con la máscara social: los débiles ya no fingimos ignorancia, los poderosos ya no saben interpretar equilibrio. Es momento de observar el poder y el trastorno mental que lo acompaña. Y, más que nunca, es momento de reírnos del poder. Porque cuando ríes de tu carcelero, le pierdes el miedo. Y perder el miedo es el primer paso para reconquistar tu libertad.

Ahora es el momento idóneo para investigar en la locura del poder y utilizar el microscopio del humor para tratar de entender sus mecanismos sin hacernos más daño del que, más vulnerables que nunca, en estos días desatinados, podríamos soportar .

Propongo trabajar a partir de una de las piezas teatrales esenciales que tratan este tema, Macbeth de William Shakespeare, y combinarlo con documentos reales del presente inmediato, como discursos de Donald Trump, conversaciones filtradas de Villarejo o lo que consideramos que mejor invoca el poder en nuestro entorno en el momento exacto cuando hagamos el taller. El reto será hacer este trabajo buscando, al mismo tiempo, las claves de la comedia, una artesanía con sus reglas propias, que hay que estudiar y entrenar.

Intuyo que en la mezcla de material clásico incuestionable con contemporáneo de actualidad absoluta, desde la ligereza anímica que nos permite el humor, podremos encontrar un espejo humano muy poderoso (si se me permite la contradicción).