El meu avi no va anar a Cuba
Lunes y martes a las 22h
Una pieza metateatral y metabiográfica sobre la fragilidad de la memoria y la dificultad de ficcionar un hecho abismal: el exilio y la última dictadura argentina. Entre el mito y el recuerdo, algunas músicas y el silencio, intentamos reconstruir una historia real… Y las piezas siempre quedan desmontadas.
“Las palabras que decimos aquí no son del todo fieles a la realidad, nunca las historias son del todo fieles a la realidad… La fragilidad de la memoria dispersa los hechos, los hace vulnerables… El lenguaje, la imaginación, el discurso… manipulan los hechos y nada es tal cual pasó… Cuando la historia que se cuenta, además, está cargada de horror, más difícil es narrarla. Si además tienes una implicación emocional con la historia, su narración cuesta más…”
El origen del proyecto
A partir de una beca concedida por Iberescena, la autora Victoria Szpunberg inicia un proyecto de estudio y escritura sobre la memoria del exilio. Victoria Szpunberg nace en Buenos Aires en 1973. Debido a la dictadura militar y después de pasar unos años de clandestinidad, en 1977 sus padres y ella se exilian a Europa, concretamente a Barcelona.
Después de un trabajo de introspección sobre su propia historia y la de su familia, combinado con un trabajo de estudio sobre la Historia de la última dictadura argentina, la autora decide presentar una primera pieza de lo que en un futuro será un trabajo más amplio.
En el contexto del Festival Grec 2008 (Barcelona) se presenta la primera entrega artística sobre el tema: El meu avi no va anar a Cuba, junto a la cantante Sabina Witt y el músico Lucas Ariel Vallejos (ambos hijos de exiliados argentinos). Esta pieza fragmentada combina un trabajo de texto, interpretado por la actriz Marta López, con la creación de un espacio sonoro y musical.
El Festival Grec encarga a Victoria Szpunberg una pieza donde se trate el tema de la metateatralidad y la autora aprovecha este encargo para desarrollar e impulsar el material que tiene recopilado en ese momento. La metateatralidad permite a los artistas implicados tomar distancia sobre el tema y preguntarse cómo articular un material tan delicado, cómo tratarlo desde la actualidad, sin excesos de solemnidad, pero sobre todo sin caer en el “escaqueo”.
El resultado es una pieza libre, personal y también dolorosa, donde se ha intentado no perder el sentido del humor, ni la mirada crítica hacia la experiencia vivida por los padres, tampoco perder el sentido teatral y musical … Donde se hace el esfuerzo de recordar, sin alejarse del presente, aceptando el vértigo y el pudor que produce el “atrevimiento” de imaginar, reconstruir y acercarse a un hecho abismal.
Sinopsis
La pieza combina tres historias paralelas con intervenciones musicales (voz, batería y electrónica) y sonoras (espacios de dramaturgia sonora que completan y enriquecen la historia).
Por una parte se presenta la historia del presente: Una actriz actual, joven y principiante, se presenta a un cásting sobre una película que trata el tema de la última dictadura argentina. A pesar de su poca experiencia la eligen para representar el papel de Ana, un personaje secundario del film. La actriz, a pesar de interpretar una secuencia muy breve en la película, se obsesiona con la vida de este personaje, con el contexto del pasado argentino e intenta entender las diferencias entre la vida del personaje y la suya.
La segunda historia se centra en el Director de la película. Un argentino que recibe el encargo de trabajar sobre la memoria de su país y reconstruir una historia situada en la dictadura de los 70, aunque él no tuvo ninguna implicación con ese momento histórico. Las exigencias ridículas de la productora y su propio afán de éxito, convierten la película en una banalización sobre el tema.
La tercera historia es la de Ana, la mujer de los 70. Una joven militante que recibe una llamada momentos antes de acudir a una cita de su organización política. Gracias a este aviso ella se entera que la cita va a ser interceptada por los militares, no acude y así consigue salvar su vida y exiliarse a Europa. El resto de sus compañeros de militancia son secuestrados y desaparecidos. Esa llamada será milagrosa, pero al mismo tiempo se convertirá en un recuerdo cargado de culpa y dolor.
Actriz y Anna: Marta López
Voz y música: Sabina Witt
Espacio sonoro y música: Lucas Ariel Vallejos
Ayudante de dirección: Judit Porta
Colaboración en la dirección: Ricard Gázquez
Dramaturgia y dirección: Victoria Szpunberg
Agradecimientos: Alberto Szpunberg y Margarita Witt, Secretaría de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires, Teatre Obligatori, L´Obrador de la Sala Beckett, la Sala Beckett, Oriol Roca, Tesus Muñoz, Adán Valenzuela, Polín Miranda y Juan Villarreal.