Expulsió

Una historia sobre la necesidad de creer en pequeñas utopías en la Barcelona de nuestros días.

Un matrimonio encontró un pájaro malherido junto a un campo de trigo. Decidieron cuidarle y alimentarle como si de su hijo se tratara. Allí mismo, junto al campo de trigo, construyeron una casa, que con los años se convertiría en la casa de veraneo familiar. Tras adoptar ese pájaro, llegaron un hijo y una hija más. La mujer del matrimonio murió después de una larga enfermedad. Unos meses después su marido se fue a un bosque y desapareció. Esta historia comienza, aproximadamente, un año después de la muerte de este matrimonio con una reunión familiar.

Los tres hermanos (dos hermanas y un hermano) se reúnen en la casa familiar donde han veraneado desde pequeños. Entre otras cosas, ¿deben decidir qué hacen con la casa, la siguen usando como casa de veraneo? ¿La venden? ¿La alquilan?
El hermano ha llegado con su hija adolescente, que ha sido expulsada de un partido de fútbol por hacer una entrada muy violenta. La chica acabará poniendo de manifiesto las contradicciones de los adultos, que por un lado critican la sensación de asfixia social que se vive en la ciudad, y por otro parece que contribuyan a perpetuarla.

Pau Miró, con su escritura naturalista, intimista y poética, que juega con el detalle de lo más concreto y con lo que no se dice porque no hay palabras, hace pensar en un Chéjov catalán y contemporáneo.