Woyzeck

Presentación

El pasado diciembre Parking Shakespeare volvió a dejar su habitual rincón bajo la sombra de los árboles en el parque de la Estación del Norte para proponer su segundo Parking d’Hivern. Esta vez, la compañía ocupó una adusta nave industrial en el complejo de Palo Alto, en el Poblenou, para presentar una nueva versión de Woyzeck, la rompedora pieza póstuma de Georg Büchner (1813-1837). Ahora, el montaje se amolda al espacio de la Sala Beckett, manteniendo toda la inmediatez de la puesta en escena y toda la esencia de una dramaturgia que repiensa y reordena el original para acercarlo a las obsesiones que hoy nos acosan a todos.

Woyzeck es el retrato del proceso de progresiva deshumanización que sufre el soldado raso que da nombre a la pieza. Las contínuas tensiones con su entorno familiar y social lo llevan a un estado de creciente alineación y ausencia que lo conducirán inevitablemente a la locura y al crimen. En su descenso a los rincones más oscuros de su cerebro, contribuyen, como máximos representantes de una sociedad castradora, el Capitán, un superior acostumbrado los tratos abusivos; el Doctor, que considera el soldado el conejillo de indias perfecto para sus investigaciones; y Marie, su pareja y madre de su hijo de pocos años, que sueña a huir cuanto antes de un hombre para el que cada vez siente más miedo y repulsión para lanzarse a los brazos del primer macho de verdad que pase. Pero estos son sólo las cabezas visibles de una maquinaria social más compleja, cruel y sanguinaria, que en el presente montaje vemos en acción a través de los ojos impertérritos del inocente hijo del protagonista.

Ahora que se acaba de celebrar el bicentenario del nacimiento de Büchner, la presente adaptación de Woyzeck pretende ser un compendio de algunos de los rincones más reveladores de la visión del dramaturgo. Y así, sumándose a la fuerza del original, también hemos utilizado pasajes de otras piezas teatrales firmadas por el autor, citas de las cartas que envió a su promesa desde el exilio político, y hasta algún fragmento de los informes médicos de su padre (que apenas se acaban de publicar y que cuentan con el estremecedor caso de una chica que intentó suicidarse tragándose alfileres). De esta manera, el montaje se convierte en homenaje a una obra que en su conjunto es breve, pero que con su voz influyente prefigura el autor imponente que pudo llegar a ser de no morir a la prematura edad de veintiún y tres años.