Antonio Tarantino
Desde el principio, Antonio Tarantino se dedicó a la pintura, y no fue hasta bien su madurez que se inició en la escritura dramática. Su nombre irrumpió con fuerza en el panorama teatral italiano cuando en 1993 ganó (con un veredicto unánime) el importante premio Riccione Ater de Teatro por Stabat mater y La passione secondo Giovanni. La temporada siguiente, el monólogo Stabat mater fue llevado a escena por el director tunecino Chérif y enseguida se convirtió en un éxito nacional: la escritura de este dramaturgo «debutante» con cincuenta y seis años suscitó un entusiasmo que rara vez la crítica italiana había demostrado. El año siguiente, el mismo director presentó también La passione secondo Giovanni. Posteriormente vendrían las Vespres de la Beata Verge y Lustrini, todas ellas con un gran éxito. Las cuatro piezas configuran la «tetralogía del cuidado», un proyecto que, partiendo de los mitos evangélicos, revisa los grandes mitos de Antígona y Medea, unos mitos que el autor considera sumergidos en las oscuras profundidades del subconsciente colectivo que por los europeos es el mundo antiguo. Posteriormente, la obra de Tarantino se ha concentrado en la historia más reciente, como el final de la RAF en Alemania o el conflicto entre palestinos e israelians.Obra: Stabat Mater (en la tetralogía Quattro ATTI profane, 1993), Passione secondo Giovanni (en la tetralogía Quattro ATTI profane, 1993), Vespro della Beata Vergine (en la tetralogía Quattro ATTI profane, 1993), Lustrini (en la tetralogía Quattro ATTI profane, 1997), Materiali per una tragedia tedesca (1997), Straniero ( 2000), Trattato di pace (2001), La casa di Ramala (2002), La pace (2002), Conversazioni (2003), Esequie solenni (2003), Cara Medea (2003) y Gramsci en Turi (2008).
En la Sala Beckett, de este autor se ha podido ver Vespres de la Beata Verge (2012)