Hanokh Levin

(Tel Aviv, 1953-1999)

Es uno de los dramaturgos más queridos de Israel. Autor de más de cincuenta obras de teatro, también ha escrito poesía, sketchs, canciones, narrativa, guiones y libros para niños. Prolífico y polémico, sus oscuras comedias, de gran perspicacia psicológica, y su poesía triunfan entre el público israelita.

Levin habla de la condición humana de la manera más lúcida, despiadada, cómica, comprensiva y profunda. Sus obras no proporcionan respuestas, solo preguntas. Todas sus obras transcurren en Israel, pero llevan un mensaje universal que supera el localismo. La muerte –física y espiritual–, la tortura y la humillación son temas recurrentes en el mundo creativo de Levin.

Levin pasó más de tres décadas probando de quitar a su nación la armadura de la autoenhorabuena, forzándola a examinar lo que él considera su hipocresía y autoengaño. En su crítica a la euforia y la satisfacción que invadió el país después de la victoria a la Guerra de los Seis Días, predijo que esta actitud israelita llevaría a otras guerras.

De este autor, en la Sala Beckett se ha podido ver Això sí que és vida (2003).