Heiner Müller
Fue un escritor y dramaturgo que vivió como soldado los últimos días de la II Guerra Mundial y que, después de ser capturado pe los soldados norteamericanos, volvió a su país, entonces convertido en la República Democrática Alemana, el 1949. Ahí trabajó en una librería y también como periodista, periodo durante el cual comenzó a escribir obras teatrales. Una de las primeras fue Zehn Tage, die die Welt erschütterten (Deu dies que van fer estremir el món; 1957), coescrita con Hagen Müller-Stahl y basada en la novela de John Reed sobre la Revolución Bolchevique. Este trabajo, y otras de posteriores, lo convirtieron en uno de los dramaturgos más destacados de la RDA. En seguida, con piezas como Els camperols (1961) y La construcció (1965), comenzaron los problemas con las autoridades que prohibieron censurar y denunciar sus trabajos. Es este enfrentamiento el que lo lleva a empezar a adaptar tragedias griegas –Èdip Rei (1967) y Filoctetes (1968) de Sòfocles o el Prometeu (1969) de Èsquil-, y obras de Shakespeare, con las cuales difícilmente podía topar con el régimen comunista. A partir de los años 70 y 80, cuando comenzó a colaborar con compañías de Occidente, su trabajo fue reconocido en todo el mundo y volvió a ganar aceptación en la RDA.
Autor de piezas tan conocidas como La missió y La màquina Hamlet (las dos llevadas a escena por Carme Portaceli en 1990 y en 2003, respectivamente), fue uno de los directores artísticos de la compañía teatral de Berliner Ensemble y presidió la Acadèmia de les Arts de su país. El 1990 fue invitado a dirigir una puesta en escena de Tristany i Isolda en el Festival de Bayreuth. Muerto en 1995, sus últimos años mantuvo una intensa actividad como autor de poesía.
De este autor, en la Sala Beckett se han podido ver Filoctetes (1997) y Máquina Hamlet (2004).