Manuel de Pedrolo
Escritor. Sembró todos los géneros literarios: además de la narrativa, y especialmente la novela, que constituye, con diferencia, el grosor de su producción, fue autor de algunos volúmenes de poesía (Ésser en el món, 1949; Simplement sobre la terra, 1983 y Arreu on valguin les paraules, els homes, 1975) y de una obra teatral comparativamente poco extensa pero significativa (Cruma, 1958; La nostra mort de cada dia, 1958; Homes i no, 1959; Tècnica de cambra, 1961; Algú a l’altre cap de peça, 1962; Darrera versió per ara, 1963; Situació bis, 1964; Pell vella al fons del pou, 1976; Aquesta nit tanquem, 1978; Aquesta matinada i potser per sempre, 1980, o D’ara a demà, 1982), que se ha clasificado dentro del teatro de lo absurdo. Los grandes temas que dominan estas piezas —los personajes de los cuales son, casi siempre, abstracciones genéricas, no individuos— son la problemática de la libertad y de la comunicación entre los hombres.
En cuanto a las narraciones y novelas, debido primordialmente a la censura, muchas de sus obras fueron publicadas al cabo de años de haber sido escritas. Destacan Balanç fins a la matinada (1963), Joc Brut (1965), Avui es parla de mi (1966), Totes les bèsties de càrrega (1967), Solució de continuïtat (1968), Un amor fora ciutat (1970), Mecanoscrit del segon origen (1974) o Acte de violència (1975). A partir de 1963 comenzó el corpus novelístico titulado Temps obert, que comprende una serie de novelas que parten de una situación —un bombardeo durante la guerra civil— que provoca varias consecuencias de las cuales arancan un conjunto de situaciones simultáneas y excluyentes, que forman el nudo del relato. Forman parte Un camí amb Eva (1968), Se’n va un estrany (1968), Falgueres informa (1968), Des d’uns ulls de dona (1972), Unes mans plenes de sol (1972) y L’ordenació dels maons (1974). Publicó, otras series, como la tetralogía de La terra prohibida: Les portes del passat (1977), La paraula dels botxins (1977), Les fronteres interiors (1978) y La nit horitzontal (1978), la serie Anònim: Anònim I (1978), Anònim II (1981) y Anònim III (1981), y la serie de los Apòcrifs: Apòcrif u: Oriol (1982), Apòcrif dos: Tino (1983), Apòcrif tres: Verònica (1984) y Apòcrif quatre: Tilly (1985).
Su obra, y sobretodo la narrativa, se encuentra equidistante de las dos corrientes que marcaron la narrativa mundial de la posguerra: el existencialismo y el conductismo. La instancia trascendente lo empujó a veces hacia el simbolismo (Totes les bèsties de càrrega), y otras el testimoniaje le exigió un severo fresco fenoménico (Si són roses floriran). Aunque lo tentaron la problemática del punto de vista, el monólogo interior (a nivel consciente y subconsciente) y la investigación de la escritura, su touch personal dominó las experiencias hasta conseguir un cosmos pedroliano.
Colaboró como articulista en la mayoría de las revistas catalanas y se convirtió en una referencia intelectual del antifranquismo y el catalanismo. Con la transición al régimen de monarquía constitucional española, hizo explícito un independentismo sin concesiones que le costó, según algunos, una cierta marginación tanto literaria como en la opinión pública. Obtuvo varios premios literarios, entre otros el Joanot Martorell, el Víctor Català, el Sant Jordi, el Prudenci Bertrana y el de Honor de les Lletres Catalanes. Conocedor de la lengua inglesa, fue asesor literario y traductor de la Editorial Albor, y dirigió la colección la Cua de Palla de Edicions 62.
En la Sala Beckett, de este autor se ha podido ver Violació de límits (2000).